Historia del Hotel-Escuela “Bellamar” (2)
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Nacimiento del Hotel-Escuela
La causa más importante que propició la puesta en marcha del Hotel-Escuela de Marbella fue, sin duda alguna, su imperiosa necesidad. El “boom” turístico de principios de los años sesenta reclamaba, de forma urgente e inaplazable, trabajadores adecuadamente formados para la hostelería. De forma simultanea, en comarcas cercanas como la Serranía de Ronda, existían numerosos jóvenes en paro para los que la agricultura no ofrecía suficientes puestos de trabajo. Y a pesar de la relativa proximidad de estos potenciales trabajadores con la bulliciosa Costa del Sol, las barreras para llegar hasta ella se hacían infranqueables. Pasar de una aldea, o de una casa perdida en el campo, a una ciudad cosmopolita requería de unos recursos y de un apoyo logístico de los que se carecía. Había que vencer los miedos, los prejuicios, los cambios culturales, la resistencia familiar y todos los demás obstáculos que separaban la tranquilidad de las montañas de la costera “terra incognita”. Y muy pocos estaban preparados para ello.
Para contrarrestar todos estos inconvenientes, había que crear una institución que no sólo formara profesionalmente, sino que también acogiera, tutelara, culturizara y se responsabilizara del presente inmediato y del futuro profesional de aquellos jóvenes, hasta ese momento sin perspectiva. Una institución fiable, tutelada por el Estado y financiada con fondos públicos.
La idea surgió de los empresarios hoteleros, organizados en Marbella en dos instituciones paralelas: la primera, el Sindicato de Hostelería, del que era presidente Luís Callejón, y la segunda, la Cofradía de Santa Marta, creada en torno al influyente Monseñor Don Rodrigo Bocanegra, Prelado Doméstico de Su Santidad y párroco de la Iglesia de la Encarnación. Era Hermano Mayor de dicha cofradía José Luque, propietario del Hotel El Fuerte, al que sucedería Agustín Picazo, Director del Hotel Los Monteros y un adelantado a su tiempo por sus métodos de gestión. Tras él tomó la antorcha de la cofradía Rudi Schoenburg, más conocido como “el conde Rudi”, por su título nobiliario. Un hombre clave que personifica los valores originales de una Marbella que los últimos acontecimientos no podrán borrar.
Los empresarios hoteleros se pusieron en marcha y sometieron el proyecto al Ministerio de Trabajo, que pasó la propuesta al Programa de Promoción Profesional Obrera (PPO), organismo cuya enorme labor nunca se conoció en toda su dimensión y alcance. Los importantes apoyos del alcalde Paco Cantos y de Monseñor Bocanegra fueron decisivos en aquellos momentos. Serían muy numerosas las personas que habría que mencionar como colaboradores de la puesta en marcha de Centro. Pero, junto a las anteriormente citadas, no podemos dejar de incluir el nombre de Mateo Bosch, Director del Hotel “Don Pepe”.
Tras un año de preparación, en la primavera de 1967 se inauguró el Hotel-Escuela “San Nicolás” del PPO, situado en el Centro de Marbella, en un hotel del mismo nombre con bastante solera y tradición. Fue designado para dirigirlo Leonardo Llorente. Casi de inmediato, el éxito del Centro rebasó todas las expectativas y – un año después – se iniciaban las gestiones para trasladar la institución formativa a un edificio más grande y con más posibilidades de expansión, el Hotel Bellamar, lo que ocurriría a finales de 1969.
Incluso en su primer año, el Hotel Escuela alcanzó una gran proyección entre todos lo países de habla hispana, recibiéndose numerosas visitas de técnicos y políticos extranjeros para conocer de cerca esta primera experiencia española. Entre las destacadas personalidades que visitaron el Centro, hubo numerosos ministros de Turismo latinoamericanos, de las que hemos podido recuperar testimonio gráfico de los de la República Dominicana, Venezuela y Argentina. Estas visitas generarían posteriormente numerosas acciones de cooperación internacional a más de cuarenta países, desarrolladas con técnicos del Hotel-Escuela.
La labor del Hotel Escuela hay que reconocerla sobre todo en una época que el turismo necesitaba profesionales formados.
La direccion de Daniel Morote y Antonio Floŕes como responsables del centro logró excelentes resultados
¡Gracias, Jesús!. Daniel entra en escena en la entrega 4.